Johnson & Johnson empezará a probar vacuna contra el ébola en enero de 2015

Se trata de un régimen de vacunas que combina una fórmula preventiva contra el virus desarrollada por Janssen Pharmaceutical Companies con otra de la empresa biotecnológica Bavarian Nordic, basada en Dinamarca.

El gigante farmacéutico estadounidense Johnson & Johnson anunció  que invertirá 200 millones de dólares para acelerar y expandir su programa para desarrollar una vacuna contra el ébola, iniciando pruebas desde enero.

Johnson & Johnson indicó que su unidad de Janssen Pharmaceutical Companies está trabajando estrechamente en este programa con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, gobiernos y autoridades de la salud, entre otros. Lea también: Panorama alentador pese a avance del ébola en África.

Se trata de un régimen de vacunas que combina una fórmula preventiva contra el virus desarrollada por Janssen con otra de la empresa biotecnológica Bavarian Nordic, basada en Dinamarca.

La combinación de vacunas fue descubierta en una investigación realizada por ambas empresas.

“Este régimen de vacunas combinadas mostró resultados prometedores en estudios preclínicos, y ahora se planea que sea probada por seguridad y la inmunogenicidad en la salud de voluntarios en Europa, Estados Unidos y África, empezando a inicios de enero“, dijo Johnson & Johnson en un comunicado.

Janssen prevé producir más de un millón de dosis del régimen de vacuna en 2015, de las cuales 250.000 espera que sean usadas en varios ensayos clínicos en mayo próximo.

“Estamos trabajando con urgencia para facilitar nuestros conocimientos de la vacuna, capacidades de producción, nuestro equipo y los recursos para hacer frente a la crisis del ébola“, dijo Alex Gorsky, presidente y director ejecutivo de Johnson & Johnson.

Desde que empezó en los primeros meses del año, la epidemia del ébola deja más de 4877 muertos, la mayoría en los países africanos de Liberia, Guinea y Sierra Leona.

Decenas reciben alta por ébola

Decenas de sobrevivientes de ébola recibieron el alta de un centro de tratamiento cerca de la capital de Sierra Leona y se les dijo que estaban libres del virus.

El tercer grupo en recibir el alta del centro de tratamiento Hastings, de 45 pacientes, exhibió con orgullo sus certificados de buena salud.

Hawanatu Turay, de 14 años, dijo que se sentía feliz al estar sana otra vez.

“Me siento bien porque nada me duele y puedo hacer lo que quiera. Estoy feliz, puedo comer bien, mi estómago no me duele más, mi cabeza y mi cuello tampoco, no tengo más dolores“, dijo Turay, una entre apenas 130 personas que han recibido el alta del centro, que funciona desde el 19 de septiembre a cargo de médicos y enfermeras sierraleoneses.

Son unos pocos destellos de esperanza en medio de una epidemia que ha infectado a 9.000 personas y matado a más de 4.800 en los países más afectados de Africa occidental: Sierra Leona, Liberia y Guinea. La Organización Mundial de la Salud dice que ha registrado más de 3.400 casos con 1.200 muertes en Sierra Leona.

El doctor Sankoh, un médico del ejército sierraleonés, dijo que el alta es un indicio claro de que el centro de tratamiento es útil.

“Esta es una manifestación clara de que curamos a buen número de enfermos de ébola en este centro”, dijo, y añadió que muchos al llegar se encuentran en estado inestable, incluso inconsciente.

Hacemos un buen trabajo aquí, damos el alta, tratamos enfermos y hacemos seguimiento, nos aseguramos de que reciban la dosis total de combinaciones que necesitan“. Añadió que la recuperación de muchos enfermos y la rapidez con que se produce es el resultado del seguimiento y el tratamiento.

“Algunos ingresaron hace una semana y les dimos el alta hoy“, aseguró.

La secretaria británica de Desarrollo Internacional, Justine Greening, dijo que la clave está en la capacitación de los trabajadores sanitarios que arriesgan sus vidas.

“Uno de los peores aspectos de lo que sucedió aquí en Sierra Leona es el quebranto del sistema de salud. Hemos visto muchos trabajadores sanitarios en el frente que están entre los que perdieron la vida“, dijo Greening durante una visita a un centro de tratamiento y capacitación financiado por el Reino Unido.