Desde San Antonio (EEUU) llegan los resultados del estudio FIRST, el cual demuestra que el tratamiento de primera línea con fulvestrant (comercializado por AstraZeneca bajo el nombre de Faslodex®) mejoró sustancialmente la supervivencia global de mujeres que padecen cáncer de mama en 5,7 meses, comparado con anastrozolen para pacientes postmenopáusicas con cáncer de amama avanzado o metastásico y receptores hormonales positivos.
Los resultados de supervivencia global fueron homogéneos e independientes de la edad de las pacientes, del estado de los receptores de progesterona, de la presencia de la enfermedad visceral y del tratamiento previo con hormonas o quimioterapia, dando como resultado positivo una reducción del 30% del riesgo de muerte.
Según comenta el doctor Antonio Lombart, principal investigador del estudio y máximo reclutador a nivel mundial, “obtener mejorías en la supervivencia global en pacientes con cáncer de mama avanzado es un reto extraordinario. El hecho de que un fármaco permita incrementar esta supervivencia de forma significativa demuestra su eficacia”.
Tras realizar el análisis principal se observaron que los acontecimientos adversos más comunes en el grupo de fulvestrant fueron: dolor óseo (13,9%), náuseas (10,9%), artralgia (9,9%), estreñimiento (9,9%), vómitos (8,9%) y disnea (8,9%).
En base a esto, y tras analizar los datos previos al estudio, se demostró que fulvestrant resulta tan eficaz como anastrozol, en términos de tasa de beneficio clínico, aumentando además el tiempo transcurrido hasta la progresión de la enfermedad (23,4 meses frente a 13,1 meses).
Cabe recordar que uno de los objetivos principales de fulvestrant es el hecho de retrasar el avance de la enfermedad, prolongando de esta manera la supervivencia de la paciente. Como consecuencia, altera señales que envían los receptores de estrógenos y que dan lugar al crecimiento tumoral. Además, fulvestrant se administra por vía intramuscular por lo que debe usarse con precaución en pacientes con diátesis hemorrágica, trombocitopenia o que reciben anticoagulantes.
Si fulvestrant se administra a una mujer embarazada, puede causar daños al feto. Por ello, se debe informar del riesgo potencial para el feto, recomendando que eviten quedarse en estado de gestación mientras reciban el medicamento.