Dióxido de cloro, el polémico producto que se vende como cura para todo

 

 

El polémico producto se conoce como MMS, Solución Mineral Milagrosa, u otros nombres derivados, y consiste en dióxido de cloro, una solución al 28% de clorito de sodio en agua destilada.

Y se vende a precios módicos, a partir de unos US$40 el kit, compuesto por MMS al 28%, un frasco de 60 cc con un activador (ácido clorhídrico o cítrico) disuelto al 4%. Sin embargo, produce efectos adversos que pueden ser graves y ninguna institución sanitaria lo reconoce como medicamento.

Tampoco está registrado como tal por agencia de medicamentos alguna, incluida la Food and Drug Administration de Estados Unidos. Es más, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios emitió una alerta en relación a su uso en 2010 y que sigue estando “de plena vigencia”, según afirmó a BBC Mundo.

También Health Canada, el departamento de salud federal de Canadá, ha advertido en más de una ocasión que “ningún producto terapéutico que contenga clorito de sodio está autorizado para el consumo oral de los humanos”.

Y la Agencia Nacional de Medicamentos de Chile comenzó a estudiar su uso en el país hace una semana, a raíz de un caso concreto. Información que también le fue confirmada a BBC Mundo.

Promotores y distribuidores
Mario Venegas es uno de los distribuidores del MMS, “el mineral definitivo que salva vidas”, en Chile.

Al promocionar el producto, anuncia que con él “se han reportado casos de remisión espontánea de artrosis, soriasis, eczemas, diabetes de tipo 1 y 2, colon irritable, resistencia a la insulina, fibromialgia, esclerosis múltiple, úlceras, cáncer, osteoporosis, artritis reumatoide, migrañas, varices, pie diabético, infecciones, asma, sinusitis, alergias, gripes, hepatitis, leucemia, sida y muchos otros”.

Aunque también se guarda las espaldas, con una declaración de responsabilidad: “No es un sustituto de profesionales licenciados que pueden diagnosticar, tratar y dar el consejo médico. El uso de dióxido de cloro y su prescripción, no representa un sustituto del ejercicio de la medicina”.

Él no es médico. “Soy autodidacta. Me volví especialista por iniciativa propia”, le cuenta a BBC Mundo. Se interesó por el MMS a raíz de una enfermedad familiar, hace tres años. Empezó a leer en internet, a formarse. Y después lo probó él mismo y se convenció.

Venegas asegura haber ayudado con su producto a más de 2.000 personas, sobre todo diabéticos, pero también personas con tumores.“Es una ciencia nueva”, asegura. Y algo que, “de reconocerse y extenderse, podría dañar a las farmacéuticas”, añade.

Preguntado por casos de intoxicación u otros efectos secundarios, asegura que no existen. “A algunas personas le da diarrea, como un proceso de eliminación de toxinas. Pero no es un efecto secundario”.

Investigaciones y advertencias

Que el uso de este producto se extienda es algo que preocupa a varias instituciones públicas, y algunas han tomado medidas al respecto.

En 2010 la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, a partir de una denuncia recibida, ordenó la retirada del mercado de todos los productos denominados MMS y el cierre de las páginas web que lo promocionaban.

Este producto se presentaba dotado de propiedades terapéuticas y preventivas de enfermedades de todo tipo (…), por lo que le corresponde la consideración legal de medicamento (…), sin embargo no ha sido objeto de evaluación y autorización previa”, argumentaba.

Y añadía: “Cuando se consume siguiendo las instrucciones dadas por las citadas páginas (de internet) produce efectos adversos que pueden ser graves”.

Health Canada, en su advertencia de mayo de 2012 también hacía referencia a las posibles consecuencias para la salud de la Solución Mineral Milagrosa.

Puede causar problemas serios de salud, incluido el envenenamiento, insuficiencia renal y daño a los glóbulos rojos de la sangre reduciendo su capacidad de transportar oxígeno. Otros problemas de salud adicionales pueden incluir dolores abdominales, náuseas, vómitos y diarrea“.

También indagó sobre la sustancia el European Association of Poisons Centres and Clinical Toxicologists (FEAPCCT), “aunque no emitió ninguna alerta formal”, informó a BBC Mundo Alexander Campbell, el presidente de FEAPCCT.

Y ahora lo está investigando la Agencia Nacional de Medicamentos de Chile, Anamed, del Instituto de Salud Pública, a raíz de una alerta recibida de una autoridad regional del Ministerio de Salud.

Un paciente con VIH acudió a su control habitual y el médico vio que su situación había empeorado. Éste le explicó que había dejado el tratamiento con antirretrovirales y que tomaba unas gotas MMS.

“Se trató de encontrar a los supuestos terapeutas que se lo administraron, sin éxito”, cuenta la jefa de la Agencia, Pamela Milla, a BBC Mundo. “Así que ahora estamos buscando el producto, para conocer cómo llega al país, si se produce a nivel industrial, etc.”, explica.

Para ello la Agencia está colaborando con la aduana, entre otros.“Si se está produciendo en el país para distribución como medicamento, es nuestra competencia. Y si es malo para la salud, constituye un delito”, añade.

Quizá por eso, Andreas Kalcker, uno de los más acérrimos y mediáticos defensores del dióxido de cloro, evita hablar de medicamento.

Cuando el presentador Jorge Dipolio, del programa Ciencia y Salud del Canal 2 de Mar de Plata (Argentina) le preguntó sobre la medicación, Kalcker rectificó: “es un descubrimiento”.