Con el cierre de la transacción con Novartis, hemos revisado las perspectivas de futuro para el nuevo grupo, incluyendo las oportunidades a través de la estrategia de integración y asignación de recursos de liquidez”, indicó Andrew Witty, consejero delegado de GSK.
La operación a tres bandas culminada el pasado mes de marzo entre GSK, Novartis y Eli Lilly ha brindado un impulso extraordinario a las cuentas del laboratorio británico, cuyo beneficio atribuido en el primer trimestre alcanzó los 8.089 millones de libras (10.964 millones de euros), frente a los 668 millones de libras (905 millones de euros) del mismo periodo de 2014.
Por su parte, la cifra de negocio de GSK en los tres primeros meses del año alcanzó los 5.622 millones de libras esterlinas (7.620 millones de euros), un 0,1% más que un año antes, después de que su facturación en EEUU bajara un 5%, mientras aumentó en igual proporción en Europa y un 2% en los mercados internacionales.