La compañía farmacéutica AstraZeneca espera volver a crecer más rápido de lo que estiman actualmente los analistas a pesar de haber perdido varias patentes de sus medicamentos, y creen que en 2017 sus ingresos podrían estar a niveles similares a los de 2013.
Esta estimación se enmarca en la apuesta del laboratorio por detener el declive de sus ventas tras perder la exclusividad de varios fármacos, entre ellos el gastrorresistente ‘Nexium’, cuya patente en Estados Unidos expira este año, o ‘Crestor’, indicado para combatir el colesterol, que la pierde en 2016.
Los analistas de la industria esperaban que la segunda mayor empresa farmacéutica de Gran Bretaña tuviera en 2017 unos ingresos de 22.500 millones de dólares (unos 16.400 millones de euros), por debajo de los 25.800 millones de dólares (18.800 millones de euros) estimados para 2013, según Thomson Reuters.
Sin embargo, AstraZeneca confía más en su panorama de ingresos después del acuerdo alcanzado con Bristol-Myers Squibb (BMS) por un total de 4.000 millones de dólares para luchar juntos contra la diabetes, que se completará durante el primer trimestre del año.
Su director ejecutivo, Pascal Soriot, que dirige la compañía desde hace poco más de un año, ha estado trabajando además en una serie de acuerdos para incorporar a la empresa nuevos fármacos y acelerar los programas de investigación que ya están en marcha.
El grupo actualmente cuenta con 11 programas sobre nuevos fármacos en la fase final de su desarrollo, casi el doble que hace un año, y 27 medicamentos en fase II.
Las esperanzas son particularmente elevadas en lo que respecta a la investigación en el área oncológica, donde ha comenzado con ensayos para tratamientos de inmunoterapia combinada que podrían dar los primeros resultados entre 2014 y 2015.