Impide que el ADN del virus se integre al de la célula sana e inhibe efectos colaterales como mareos, depresión, dolor de cabeza y alteraciones de lípidos
AGENCIA ID/DICYT En el mundo existen 40 millones de personas infectadas con el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) y de ellos 174.564 se registran en México de acuerdo a datos de ONUSIDA.
“El tener VIH no significa dejar de ser humano”, señala Luis Enrique Soto Ramírez, jefe del departamento de Infectología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), quien advierte la perspectiva de vida de una persona de 20 años con VIH que recibe el tratamiento adecuado puede aumentar 51 años, y si se comienza el tratamiento de forma temprana, el individuo llega a vivir 69 años más, lo que quiere decir que alcanza los 89 años.
En México, en 2014 se notificaron 174.564 casos de sida y nueve mil 500 nuevos, cifra inferior a la de 2013, cuando se diagnosticaron 10.536 de VIH-SIDA. Sin embargo, fallecieron cuatro mil 974 personas en 2014.
Ante ello, el laboratorio farmacéutico GSK presentó su nuevo medicamento antiretroviral llamado Dolutergravir que otorga un tratamiento más eficiente y en una sola toma, aumenta la calidad y perspectiva de vida de los paciente.
El medicamento funciona como un inhibidor de la enzima integrasa, impide que el ADN del virus del VIH se adhiera al de la célula sana y bloquea un paso fundamental en el ciclo de la replicación de éste, explicó Soto Ramírez.
Expone que por lo regular en el tratamiento de VIH-SIDA se mezclan tres medicamentos que atacan el virus. Dolutergravir funciona como un fármaco para sustituir alguno de estos que puedan producir efectos colaterales como mareos, depresión, dolor de cabeza o alteraciones de lípidos.
En diversas pruebas ha demostrado sustituir hasta seis tipos de medicamentos que ya no realizan una función satisfactoria, además cuenta con efectos de vida prolongada en la sangre que va de 12 a 14 horas, lo que permite tomar una dosis diaria de 50 miligramos con o sin alimentos y está dirigido a adultos y adolescentes mayores de 12 años.
“Este medicamento se añade idealmente, porque es igual o más eficaz que el que sustituye. Con esto queremos contribuir a que los pacientes se adhieran al tratamiento, si se les da uno difícil de tomar es complicado que lo sigan correctamente”.
Además, este medicamento puede utilizarse desde que se inicia el tratamiento hasta etapas maduras, debido a su alta barrera genética que mantiene su eficacia a pesar de que el virus desarrolle mutaciones genéticas, las cuales provocan resistencias a otros fármacos.
“La persona con VIH puede tener crisis convulsivas, cáncer, influenza, diabetes, por ello un medicamento que no tenga interacciones secundarias con otras sustancias es fundamental”.
Dolutergravir no disminuye la efectividad de otros fármacos y tiene poco impacto sobre los lípidos, no aumenta los niveles de colesterol y/o triglicéridos en la sangre. El medicamento ya está disponible en sector privado y se espera que el próximo año llegue al sector público; ISSSTE, IMSS y Seguro Popular.
El estudio para verificar las cualidades del fármaco estuvo conformado por 35 países, más de 200 hospitales y cuatro mil 500 individuos, recibió aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) en diciembre de 2014 y de la Food And Drug Administration (FDA por sus siglas en ingles) en agosto del 2013.
El especialista aclara que el virus se presenta tanto en hombres como en mujeres. De los Más de 40 millones de personas infectadas en el mundo, 31’8 son adultos, 16 millones de estos son mujeres y 3’2 millones menores de 15 años.
Soto Ramírez plantea la importancia de alcanzar la meta estipulada por ONUSIDA, una iniciativa con Latinoamerica y el Caribe llamada “90, 90, 90” en la que planea que para 2030 cubrir el 90 por ciento de los casos con VIH-SIDA en cuanto a tratamiento, diagnóstico y erradicación.
“En México el problema está en el diagnóstico aunque se ha logrado disminuir la mortalidad en pacientes que están en tratamiento. Tenemos que tomar conciencia de que tenemos el riesgo de infectarnos y hacernos una prueba con un consejo médico”, finaliza el especialista.