Innovan en fármaco contra diabetes tipo 2

Por su magnitud, frecuencia, crecimiento y presión que ejerce sobre el Sistema Nacional de Salud la diabetes tipo 2 (DM2) se ha convertido, junto con la obesidad y las enfermedades del corazón, en el más costoso y principal

enemigo a vencer. De no enfrentar esta epidemia mundial, por primera vez en la historia las futuras generaciones verán reducida su esperanza de vida.

Debido a su complejidad y al creciente número de personas que están siendo diagnosticadas, existe una tremenda necesidad de seguir avanzando en investigación clínica para asegurar las opciones terapéuticas que ofrezcan al paciente tratamientos “a la medida” que le permitan alcanzar sus metas de control.

En este contexto, las farmacéuticas Boehringer Ingelheim y Eli Lilly & Company, firmaron un acuerdo estratégico global que consiste en el co-desarrollo y co-comercialización de una cartera de productos innovadores diseñados para hacer más fácil el control de la diabetes en todas sus etapas y ofrecer alternativas de tratamiento a pacientes con necesidades de salud insatisfechas.

Los laboratorios registraron en México de linagliptina sola o combinada con metformina y empagliflozina, dos antidiabéticos orales de última generación que están dentro de los tres productos de mayor prescripción en su categoría[1], los cuales a la fecha han beneficiado a 116 mil mexicanos que viven con la enfermedad.

También, se encuentran en proceso de aprobación por parte de COFEPRIS una insulina basal y una combinación de empagliflozina con metformina, que se espera estén disponibles próximamente en México. Estos medicamentos son de prescripción y solo el médico puede decidir cuál es la opción de tratamiento más adecuada para su paciente.

Al lanzar en promedio un producto por año y poseer la cartera de medicamentos más extensa y completa del mercado, la alianza se posiciona como la más importante y productiva que existe en el campo de la diabetes, enfermedad que actualmente afecta a 387 millones de personas en el mundo y 9 millones en México.

Dijo que la razón por la que la DM2 está poniendo en jaque a los sistemas sanitarios es porque la falta de control efectivo de la enfermedad lleva a las personas con esta condición a sufrir graves y costosas complicaciones como falla renal, ceguera, y amputación de extremidades. También, provoca pérdida de productividad laboral, muerte prematura y una fuerte carga económica y social para el paciente y su familia, la cual llega a destinar hasta 30% de su ingreso mensual, por lo que una diabetes no controlada se torna en un gasto catastrófico.

“Si bien hemos avanzado en efectivos esquemas de prevención y diagnóstico, su manejo sigue siendo un desafío para la comunidad médica, ya que más del 75% de las personas con diabetes no logra alcanzar su meta de control”, señaló.

Tan sólo en 2014 la DM2 causó 4.9 millones de muertes y un gasto de 612 mil millones de dólares en el mundo, mientras que en México su atención supera los 7 mil millones de dólares; es decir, 15% del total del presupuesto asignado al sector salud.