En el 30% de los jóvenes la muerte súbita no está causada por una enfermedad coronaria, sino por enfermedades genéticas hereditarias que se transmiten a través de las generaciones de una familia. Estos defectos genéticos alteran la actividad eléctrica del corazón y pueden desencadenar la fatal arritmia.
Desde febrero de 2012 se han realizado estos estudios a 400 muestras. Los resultados de los estudios efectuados en el proyecto MOSCAT han revelado que, a partir de los 35 años, en la mayor parte de las muertes se detecta infarto de miocardio en el estudio microscópico. Por el contrario, las enfermedades familiares son la causa más importante de muerte en los individuos menores de 35 años.
Los estudios genéticos tienen como objetivo identificar una anomalía hereditaria en los genes asociados a la activación eléctrica y a la formación de las paredes del corazón. En la actualidad, existen más de un centenar de genes asociados a la muerte súbita en la gente joven. Estas enfermedades, poco frecuentes, pero muy letales, están asociadas a la muerte súbita de gente joven, especialmente deportistas y niños. Para realizar los estudios genéticos se ha contado con la colaboración de Ferrer Incode y su herramienta de ultra secuenciación Suddincode.
La importancia de este estudio radica en que detrás de cada muerte hay toda una familia, de modo que es necesario analizar los genes afectados de todos sus miembros para determinar qué personas están más predispuestas a este tipo de muerte. A raíz de los resultados del proyecto y de sus implicaciones clínicas para los familiares, el estudio, inicialmente previsto para un año, no se ha detenido y siguen realizándose estudios genéticos en menores de 50 años