La mexicana Liomont, con un pie en Europa

 

Liomont :: 75 años ayudando a aliviar al mundo

Es claro cómo las empresas mexicanas productoras de fármacos ya sienten que les está quedando chico el mercado de Centroamérica y Sudamérica, y ya no temen entrarle a los mercados más exigentes, en términos regulatorios, como Estados Unidos y Europa. Están demostrando que sí es posible cumplir los más elevados niveles de calidad que piden los reguladores sanitarios más rigurosos del planeta.

Uno de los laboratorios de capital mexicano que es muy representativo de este proceso y que está en franco crecimiento y expansión hacia el exterior es Liomont, que está a punto de conseguir su entrada al mercado europeo, visto como uno de los mayores retos en el segmento farmacéutico.

Esta empresa, que es una de las cinco principales de capital nacional en el rubro de medicamentos, está cumpliendo 75 años -fue fundada en 1938- y Alfredo Rimoch, su director general, piensa celebrarlos en grande con el anuncio de esta conquista hacia Europa que les permitirá consolidarse como compañía internacional.

Liomont tiene productos hechos en México que desde hace cuatro años ya se venden en Estados Unidos. Son productos de libre venta y está en proceso de registrar allá productos de prescripción (más delicados), que es su principal nicho de negocio. Ello significa que su planta de Cuajimalpa fue auditada por la Food and Drug Administration con buenos resultados, pues de lo contrario, el regulador estadounidense no hubiera permitido el acceso a un solo producto de Liomont.

Ahora su planta acaba de ser certificada por la EMA, la entidad regulatoria de la Comunidad Europea, y están en espera del registro de dos productos que Liomont prevé comercializar en PortugalEspañaItaliaIrlanda y Suecia. Estos mercados se sumarán a las exportaciones que la empresa ya envía a GuatemalaPanamá y Honduras, en Centroamérica; a VenezuelaEcuadorPerúColombiaChile, en Sudamérica, y al Caribe a través de República Dominicana.

Algo interesante es que las principales farmacéuticas mexicanas aspiran a hacerse globales con exportaciones hacia todo el mundo, pero también han encontrado un espacio en la importación de productos provenientes de diferentes mercados, representando aquí a empresas que no tienen registros propios.

Liomont tiene representaciones de la segunda farmacéutica japonesa Astellas Pharma, de la empresa española Leo Pharma que fabrica productos hormonales, de una suiza llamada Ginsana Pharma y de una irlandesa fabricante de productos oncológicos.

Con este escenario es claro por qué Alfredo Rimoch está consiguiendo niveles de crecimiento de 11% en el 2012 y espera incrementarlos a 14% en este 2013; esto, mientras la estimación de crecimiento en la industria en general está en niveles de 5 o 6 por ciento. O sea, Liomont va a un ritmo del doble por arriba de la industria. No será de extrañar que en los próximos años suba de su actual posición 19 en ventas dentro del ranking de farmacéuticas mexicanas.

Viendo hacia el futuro, también es representativo lo que Liomont hace en materia de investigación. Está aliada para posibles futuros biotecnológicos con los institutos de biotecnología de la UNAM y del Tec de Monterrey, así como el Cinvestav. En el rubro farmacéutico se está viendo ya una vinculación industria-academia, vislumbrando resultados hacia el muy largo plazo.

En esto ha ayudado la labor de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos, presidida precisamente por Alfredo Rimoch, con talleres a la industria, donde se expone información sobre los centros de investigación que en el país están desarrollando estudios, donde los propios investigadores presentan sus proyectos y donde se detona ese interés de estar vinculado al trabajo científico de la academia con la idea de llevar sus proyectos a etapas clínicas donde se prueben en humanos y convertirlos en productos comercializables.