Burkhard Becher y sus colegas de la Universidad de Zurich, en Suiza, muestran en la revista ‘Journal of Experimental Medicine’, un enfoque efectivo contra el glioblastoma.
En concreto, inyectaron simultáneamente en ratones interleucina-12, una proteína que eleva las células T, y un medicamento que bloquea el receptor inhibitorio CTLA-4, un cóctel con el que lograron erradicar los tumores cerebrales de los animales.
El glioblastoma es la forma más agresiva de cáncer cerebral y los tratamientos actuales sólo prolongan modestamente la supervivencia del paciente. Las células inmunes llamadas células T tienen la capacidad de atacar y destruir las células tumorales, pero los tumores pueden contrarrestar este ataque mediante la creación de un entorno que amortigua la actividad de células T.
Las células T tienen maneras de limitar su propia activación (y por tanto la autoinmunidad), por ejemplo, sobreactivando la expresión de las proteínas inhibitorias de la superficie celular. En otros modelos de cáncer, se ha demostrado que las estrategias para bloquear estas proteínas inhibidoras revigorizan la activación de células T y, por lo tanto, promueven la regresión del tumor.